En medio del intenso esfuerzo en deportar a los inmigrantes de Chicago, la comunidad negra de la ciudad se ha unido para expresar su solidaridad con ellos y con otros residentes latinos. Una coalición de activistas afroamericanos presentó una declaración de apoyo a más de 130 firmas durante un evento el sábado en Carnitas Uruapan, un barrio predominantemente latino en la ciudad.
El movimiento surge como respuesta a la reducción del esfuerzo de deportación en Chicago y a lo que consideran ser un cambio estratégico por parte de la administración de Donald Trump. Aunque se ha anunciado que los agentes federales han enfocado sus esfuerzos de aplicación de la inmigración en otras ciudades, como Charlotte, Carolina del Norte, y Nueva Orleans, los activistas afirman que la aplicación sigue siendo un problema en Chicago.
En una declaración firmada por más de 130 personas, incluyendo a activistas negros y latinos, se destaca que "la única vía hacia la libertad colectiva es estar en solidaridad unos con otros". Se enfatiza que la lucha contra los esfuerzos de deportación no solo es una cuestión de justicia para los inmigrantes, sino también una cuestión de justicia social y racial.
Julia Bradley, de Black Youth Project 100, comparó el apoyo entre grupos minoritarios con quitar la nieve. "Es mucho más fácil que dos personas quiten la nieve que una sola", enfatizó en su discurso. Linda Murray, médico y expresidenta de la Asociación Nacional de Salud Pública, también destacó la importancia del apoyo mutuo entre comunidades minoritarias.
Los activistas también señalaron que la aplicación de la política de inmigración por parte de la administración Trump no se basa en arrestar a personas con antecedentes penales violentos. Los registros judiciales han mostrado que 16 de las 614 personas arrestadas durante el llamado "Operativo Midway Blitz" tenían antecedentes penales.
La resistencia actual contra la administración Trump es otro punto en la larga historia de resistencia de Chicago, según Murray. La ciudad rechazó la Ley Federal de Esclavos Fugitivos en 1850 y ha sido un refugio para los derechos civiles desde entonces.
La comunidad negra de Chicago también está luchando por sus propios derechos y justicia social. El 20% de los residentes negros en Estados Unidos son inmigrantes o hijos de inmigrantes, según Murray.
En resumen, la comunidad negra de Chicago se ha unido a apoyar a los inmigrantes y otros residentes latinos que enfrentan el esfuerzo de deportación. La resistencia actual contra la administración Trump es una cuestión de justicia social y racial, y requiere el apoyo mutuo entre comunidades minoritarias.
El movimiento surge como respuesta a la reducción del esfuerzo de deportación en Chicago y a lo que consideran ser un cambio estratégico por parte de la administración de Donald Trump. Aunque se ha anunciado que los agentes federales han enfocado sus esfuerzos de aplicación de la inmigración en otras ciudades, como Charlotte, Carolina del Norte, y Nueva Orleans, los activistas afirman que la aplicación sigue siendo un problema en Chicago.
En una declaración firmada por más de 130 personas, incluyendo a activistas negros y latinos, se destaca que "la única vía hacia la libertad colectiva es estar en solidaridad unos con otros". Se enfatiza que la lucha contra los esfuerzos de deportación no solo es una cuestión de justicia para los inmigrantes, sino también una cuestión de justicia social y racial.
Julia Bradley, de Black Youth Project 100, comparó el apoyo entre grupos minoritarios con quitar la nieve. "Es mucho más fácil que dos personas quiten la nieve que una sola", enfatizó en su discurso. Linda Murray, médico y expresidenta de la Asociación Nacional de Salud Pública, también destacó la importancia del apoyo mutuo entre comunidades minoritarias.
Los activistas también señalaron que la aplicación de la política de inmigración por parte de la administración Trump no se basa en arrestar a personas con antecedentes penales violentos. Los registros judiciales han mostrado que 16 de las 614 personas arrestadas durante el llamado "Operativo Midway Blitz" tenían antecedentes penales.
La resistencia actual contra la administración Trump es otro punto en la larga historia de resistencia de Chicago, según Murray. La ciudad rechazó la Ley Federal de Esclavos Fugitivos en 1850 y ha sido un refugio para los derechos civiles desde entonces.
La comunidad negra de Chicago también está luchando por sus propios derechos y justicia social. El 20% de los residentes negros en Estados Unidos son inmigrantes o hijos de inmigrantes, según Murray.
En resumen, la comunidad negra de Chicago se ha unido a apoyar a los inmigrantes y otros residentes latinos que enfrentan el esfuerzo de deportación. La resistencia actual contra la administración Trump es una cuestión de justicia social y racial, y requiere el apoyo mutuo entre comunidades minoritarias.